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lunes, 23 de febrero de 2015

Nuestras primeras veces.


Si en algo podemos estar de acuerdo todas las mamás es que los primeros dos años están llenos de muchas primeras veces, unas más emocionantes que otras [sinceridad]. Y es que definitivamente hay eventos inaugurales que hubiesemos querido pasar por alto, ¿o no? ¿que madre no evitaría a toda costa esa primera vez que se cayó de la cama? Pero ¡Gracias a Dios! son muchas, muchas más esas primeras veces que nos regalaron risas, sonrisas y carcajadas. Recuerdo con mucho cariño la primera vez que salí a entrenar con coche, la primera vez que subimos El Avila, nuestra primera carrera juntos y cuando le pusieron su primera medalla. ¡La primera vacuna!, definitivamente obviaria esas lagrimas de mi memoria, pero justo con esas primeras veces dolorosas se ha ido formando mi fortaleza como madre. 

La primera vez que agarro con gusto una zanahoria, sus primeros pasos, su primer chichón y la primera vez que pateo una pelota y dijo GOL!!!

Justo estamos entrando en una de esas etapas de GRAN CAMBIO, que trae grandes retos y una gran satisfacción, Matías ya está dando señales de entrar a la fase "control de esfínteres", seguramente mis proximas publicaciones serán sobre esa aventura. Así que ¡Gracias Pampers! por acompañarnos en este camino lleno de amor, sueños & juegos.

Hoy Matías y yo cumplimos 836 días y no podría enumerar todo lo que hemos vivido, y aunque podría decir que el tiempo ha pasado rápido, agradezco la dicha de vivir con el muchas de esas primeras veces, agradezco la bendición de ESTAR entre sus sonrisas y sus lagrimas, entre sus juguetes y sus libros, entre sus sueños y sus despertares. 



María José García #UnaMamáQueCorre

miércoles, 21 de enero de 2015

El Avila y los niños. (Segunda parte)


Subir al Ávila en compañía de nuestros hijos puede ser una de las mejores experiencias para compartir al aire libre y un paseo de aventura para ellos, siempre que tomemos las precauciones necesarias.
Parada Familiar le pidió al periodista, con conocimientos en montañismo, apasionado de El Ávila y papá, Rafael Romero @rromeroa, algunas recomendaciones para esa primera subida:

Planificar la ruta

“Esto es esencial. Si vas con niños menores de 8 años y es la primera vez escoge senderos cortos, que no tardes más de 2 horas en subir al ritmo del niño, puedas disfrutar arriba y bajar con calma. Si escoges un sendero difícil, el niño lo va a rechazar y más nunca irá. La idea es que sea un paseo divertido, de aprendizaje, de descubrimiento, el Ávila no es un ejercicio para niños”.

Nunca te salgas del sendero marcado

“No importa cuántas veces hayas subido El Ávila o cualquier montaña, mantenerse en el sendero marcado es la única garantía de que no te vas a perder, más si llevas niños”

Ir en grupo

Por razones de seguridad, siempre es preferible subir la montaña acompañado. La recomendación es armar un grupo, incluso con varios niños de edades similares para que todos disfruten del paseo”.

Enséñales el valor del silencio

“El Ávila es el mejor lugar para enseñarle a los niños a integrarse con la naturaleza. Hay que enseñarlos a no dejar su huella, como hacen los boyscouts, no cortar los palitos, no dañar la vegetación. Y por favor no suban con música, en el Ávila uno aprende el valor del silencio, transmítelo a tus hijos. Además, al subir sin audífonos, escuchas el sonido de las cascadas, de la naturaleza y esa es una forma de orientarse en el entorno y de conocerlo”, comenta Romero.

Edad

“Eso depende del criterio de cada papá, pero yo prefiero llevarlos ya con 5 años que son más experimentados, pueden subir y bajar con más facilidad y seguridad y si se caen pueden decir claramente dónde les duele. “

Qué llevar

“Un morral que no pese mucho, pero con todos los implementos de un buen excursionista: linterna pequeña, poncho para la lluvia, una fruta tipo mandarina o cambur, bocadilllos de guayaba y agua. Les doy el dato que mientras más suben, el agua es más pura y se puede tomar”.
Rafael Romero también compartió con Parada Familiar, las que en su experiencia son las mejores rutas para hacer con niños:
  • Puesto de Guardaparques Estribo de Duarte: “La ruta no es demasiado exigente, está la Casa del Guardaparques y su esposa vende helados de fruta perfectos para reponerse del paseo, si llueva hay donde resguardarse. Para mí es la ruta ideal para el primer paseo con niños”.
  • Los venados: Puedes subir en carro o a pie, la ruta es un poco más fuerte, pero un niño puede llevarla siempre que se respeten sus ritmos.
  • Puesto de Guardaparques La Julia: “En este camino, recomiendo tomar el sendero de tierra que es menos fuerte que el de asfalto”.
  • Pajaritos hasta llegar a la Quebrada: “También es una ruta que se puede hacer. Con las debidas precauciones en el caso de niños, en la quebrada se pueden bañar. Eso sí, el agua es helada”.
  • Sabas Nieves: “La mayoría de las personas escoge esta ruta, sin embargo para mí no es la mejor para la primera vez. Es fuerte, implica dificultad para subir, yo no la haría con mis hijos de entrada”, explica Romero.

Parada Familiar es una iniciativa, de Jeanette Herrera y Andrea Pacheco, periodistas de profesión y madres, creada para compartir los mejores sitios y destinos para salir con niños y disfrutar en familia. Encuéntralas en Twitter como @ParadaFamiliar y en Instagram como @Parada_Familiar

Publicación original: http://ve.emedemujer.com/hogar/ser-padres/las-mejores-rutas-para-subir-al-avila-con-ninos/

Una María y Dos Matías después de Diez Kilómetros avileños. Cortafuego.

El Avila y los niños. (Primera parte)


Soy de nacimiento valenciana, y criada en Guacara, un pueblo a las afueras de Valencia; así que siempre me "sorprendían" las excesivas muestras de afecto que los caraqueños manifestaban por El Ávila, ¿Tanto amor por un cerro? ¡En Valencia estamos rodeados de ellos! y no andamos tomándonos fotos, ni deseándole buen día, ni llenándonos de su energía. Hasta que el amor me trajo aquí, recuerdo un día que terminando de arreglar el cuarto de Matías, aun con mi barriguita, abrí la ventana y ahí lo vi, El Ávila ¡PERFECTO! con unas pocas nubes que dejaban ver toda la fila maestra, el Humboldt y todo su verdor, en ese momento lo entendí, no es solo un "cerro", es la VIDA de Caracas, su verdor es ESPERANZA y su ENERGÍA nos llena cada día ¿Cómo no agradecer a Dios la bendición de verlo en cada nuevo amanecer? Y la pregunta materna correspondiente, ¿Cómo podré disfrutarlo con Matías? Así que aquí vamos, con todas las recomendaciones para que las mamás que como yo aman disfrutar con los pequeños al aire libre se aventuren a #VivirElAvila más allá de lo que se ve desde la ventana.

Hoy les dejaré algunos tips para disfrutar de manera responsable de nuestro pulmón vegetal, sin riesgos y sin miedos.

Loma Serrano, Parque Nacional El Avila. Caracas

Si tienes un bebe que ya cumplió los 6 meses la montaña es un sitio ideal, lejos del bullicio de la ciudad los bebes pueden comenzar a experimentar con la naturaleza, recibir los rayitos saludables de sol y compartir con papá y mamá en un entorno diferente. 

La protección del sol siempre será prioridad, si es posible comprar una franelita con factor protección como las que usamos en la playa, protector solar y gorro. En la montaña, dependiendo de la ruta escogida se pueden dar paseos con una mochila portabebés o con un coche apropiado para la ruta. Lo más importante es que mamá y papá estén bien organizados y preparados; cuando nos aventuramos con niños pequeños las improvisaciones deben ser la excepción no la regla. Es conveniente vestir a los niños con prendas largas, eso sí, escogiendo tejidos ligeros y colores claritos para que no pase calor. Recordemos que en la montaña estamos en territorio de "bichitos" así que el repelente es INDISPENSABLE. Eso sí, no debemos aplicarlo en manos o pies pues el bebé tiende a llevárselos a la boca.

Mamá y papá de ser posible "peinen" la zona antes de llevar al bebe para que evalúen si es una zona apta para el disfrute en familia. El Ávila tiene muchas rutas, más allá del muy frecuentado Sabas Nieves, ¡Atrévanse! 

Una cuestión básica es limitar la altitud a la que se asciende según la edad del pequeño. Los expertos recomiendan no subir a altitudes superiores a 3.000 y 4.000 metros con menores de cinco años. Y si se duerme en la montaña, hacerlo siempre por debajo de los 2.500 metros. Los picos de nuestro Ávila se extienden desde 2.250 metros (Pico Ávila) hasta el majestuoso Pico Naiguata a 2765 metros sobre el nivel del mar. 

El ascenso siempre debe ser gradual. Para que los niños se aclimaten bien a la altura, es aconsejable realizar el ascenso de forma gradual. Los especialistas señalan como adecuada una velocidad de ascenso de 300 metros diarios, cuando la ruta se realiza por encima de los 2.500 metros, y descansar un día completo cada 1.000 metros.

Prevención contra el frío. Las bajas temperaturas son frecuentes en alta montaña cuando cae la noche. Los niños son más vulnerables a ellas que los adultos, sobre todos los que son transportados en mochilas y no generan su propio calor con la actividad. Por eso, los expertos recomiendan ir preparado con ropa infantil adecuada para el frío y cubrir la cabeza del pequeño con una gorra, ya que es por donde se produce una mayor pérdida de calor.

En el próximo post (que prometo será pronto) les escribiré sobre las rutas que El Ávila nos ofrece.

Gracias por leerme, 

María José García #UnaMamáQueCorre









miércoles, 24 de diciembre de 2014

Mi regalo para ti en esta NAVIDAD, la verdad.


Hoy decido regalarte la verdad, y para ser realmente sincera no fue hoy que lo decidí, creo que fue en nuestra primera navidad juntos, mientras te veía tan chiquito e indefenso que me prometí nunca mentirte, ni para aminorar el dolor ni para exagerar las alegrías, porque ¿Qué sentido tiene para alegrarnos en medio de una mentira, cuando podemos sonreír conociendo la verdad? 




Dicen por ahí que hay mentiras de colores, algunas blancas, que parecen indefensas, pero cuando las vemos con a través de la luz siguen siendo mentiras, y es justo de ellas que quiero alejarme.Hoy te vi viendo a un señor disfrazado de San Nicolás, ¡hasta un chócala le ofreciste! que sonrisa se dibujó en mí, me alegró no ver temor en tu rostro.

Hoy quiero contarte porque festejamos en diciembre, yo quiero decirte a quien le celebramos el 25 y quiero mostrarte que esto va más allá de los regalos. Yo quiero que hablemos sobre ese niño que nació pero también creció, que no se quedó en un pesebre y tampoco en una cruz ¡El resucitó! Por ti, por mí, por todos. Cada  25 de Diciembre celebraremos el hecho de su nacimiento sabiendo que Él es la muestra de amor más grande, celebramos su vida, su gracia y su amor. ¿San Nicolás? ¡Sí! Cuentan que existió, y que fue un hombre bueno que le llevaba regalos a los niños, ¡Gracias a Dios por el también! 


Es tan bonita la verdad que me niego a mentirte, me niego a ver en tus ojos una decepción causada por mí. 

Hijo ¡Celebra! ¡Alégrate! Y nunca dejes de chocarla con el viejito disfrazado. 

jueves, 20 de noviembre de 2014

Día Internacional del Niño, 20 Noviembre.


Hace un rato leí esta frase que me compartieron los amigos de Pampers:

¡Deja tu niño interior al descubierto y diviértete este Día Internacional del Niño junto a tu bebé!

Y me ¡ENCANTO!

Nunca me he sentido muy formal, ni muy "seria"; aunque muchos pudiesen decir que tengo "carácter" pero lo cierto es que con Matías he logrado disfrutar aun mucho más la vida; he aprendido a gozar esos pequeños momentos mientras el ríe al lanzarse de cabeza del tobogan, o cuando apuntando con su dedito a la luna me pide nos acostemos en el piso para ver las estrellas. Y justo es eso, sin importar que la ropa se ensucie o que nos mojemos, mi niña (mas externa que interna) disfruta junto a Matías cada instante. Son más de una las veces que me han preguntado si soy la niñera de Matías, y yo asumo que es por lo joven que me veo, aunque a ciencia cierta se que es porque las mamás normalmente son más arregladitas (y peinaditas) que yo. Pero recuerdo con cierta tristeza, a una niña, que en un Baby Shower me vio en la grama con Matías juntando piedritas y se nos sento al lado; al rato me pregunto -¿Tu cuidas al bebe? y yo le respondo -Si; se queda pensando y en un rato vuelve a formular su pregunta -¿Lo cuidas siempre, eres su niñera?; yo le respondo, -Lo cuido siempre, soy su mamá. Y despues de un largo suspiro, me dijo -Es que no pareces mamá, las mamás no juegan como tu. Y eso fue como una bala fría directo al corazón, ¿Que se puede responder, despues de escuchar tan cierta afirmación?. ¿Cuantas veces hemos escuchado a una mamá en un parque decir "No te ensucies"? ¿Cuantas veces mientras nuestro hijo disfruta el simple jugar con piedritas, lo obligamos a "jugar" lo que nosotras queremos ver?.

Al leer la frase:

¡Deja tu niño interior al descubierto y diviértete este Día Internacional del Niño junto a tu bebé!

Recordé a esa niña, y le pedí a Dios que SIEMPRE me permita JUGAR y DISFRUTAR mi SER "niña", aunque sea MAMÁ. 

#GraciasBebe por permitirme disfrutar contigo de tus sonrisas. ¡Feliz día Matías!


María José García #UnaMamáQueCorre